Marta Lanz Beunza, Pamplona.
Después de un momento catártico en el que doy un giro a mi vida tanto laboral como personal, recupero mi deseo de juventud por escribir; lanzándome a mostrar todas las historias que tengo en mi interior.
La primera criatura, de narrativa intimista y cercana, nace al comienzo del confinamiento. A pesar del parón producido por la pandemia, la experiencia resultó gratificante.
Más adelante, decido cambiar de género sumergiéndome en el policiaco con dosis de elementos sobrenaturales y mucho humor, aspecto que siempre incluyo en mis libros, por considerarlo una terapia maravillosa.
Con mi última obra, rindo homenaje a mi aita y a toda aquella generación de antaño, que supieron salir adelante muy dignamente, con tesón y aferro a la vida.
Me considero una “paseante” en la vida, que sigue su anhelo juvenil por escribir y que plasma todos sus sentimientos a través de los personajes de sus novelas.
Obras